111 volúmenes, 1.122 episodios. One Piece es una bestia desde todo punto de vista. Si adoptamos un ritmo de tres episodios por día, el binge nos tomaría un año entero, y eso dificulta el ingreso a este particular universo… pero quienes ya se encuentran en él, no dudan al demostrar su obsesión. Emily the Engineer pertenece a ese grupo, y al vivir rodeada de impresoras 3D, decidió llevar su hobby al extremo con la impresión de un Monkey D. Luffy gigante.
La impresión 3D ha dado lugar a toda clase de usuarios. Algunos buscan precisión, otros se enfocan en la velocidad, y después están los que apuestan por la escala. Ahora, ¿qué pasa cuando un proyecto demanda las tres cosas? Por lo general, hay garantía de dolor y sufrimiento, pero eso no ha detenido a Emily the Engineer, la misma del inodoro impreso en 3D, y el Benchy más grande del mundo. ¿Qué hizo esta vez? Tomó a su último hobby (fabricación de miniaturas), y lo llevó a un nivel increíble, con la impresión de un Monkey D. Luffy gigante, el personaje principal de One Piece.
Imprimiendo un Monkey D. Luffy en tamaño real
Obviamente, Emily tuvo mucha ayuda. Por un lado, la gente de Formlabs le envió una de sus impresoras Form 4L (10.000 dólares en su configuración básica) y 30 litros de resina (1.000 dólares por cada bidón de 5L). Y por el otro, su amigo Kev (conocido como vek3d en Instagram, quien vende sus modelos en el portal Wireframe) fue esencial para la creación del diseño.
¿Cómo avanza el proyecto? En términos relajados, se imprime una pieza en resina, se retiran todos los soportes, entra en un baño de alcohol isopropílico para su limpieza, pasa por la estación de curado, se eliminan imperfecciones a puro lijado, recibe una segunda impresión, masilla y lijado para corregir los últimos detalles, y finalmente, pintura. Pero eso no es suficiente: Luffy mide 1.72 (ganó dos centímetros más en sus aventuras), y es súper delgado, por lo tanto, necesita una estructura interna con caños de PVC y palos de madera para ganar rigidez. Además, sus tobillos (y otros elementos) fueron impresos en FDM, logrando así una mayor solidez.
La buena noticia es que Emily sólo tuvo una falla mayor. La mala es que no hay escape: Aún con piezas perfectas, el post-procesamiento (limpiar, curar, adaptar, lijar, sellar, pintar) demanda una escalofriante cantidad de tiempo. Pero el resultado final es extraordinario, y definitivamente hace honor a un personaje que lleva más de 25 años entre nosotros.
Más info: Vek3D en Instagram