El concepto de writedeck lleva varios años entre nosotros. Desde cierto punto de vista, es el heredero de la máquina de escribir, y ofrece un entorno libre de obstáculos. El mercado ha tratado de cubrir este vacío con algunos productos interesantes, pero el premium que arrastran los vuelve casi prohibitivos. Así llegamos al espacio DIY, y al proyecto Cyber Writer de Darbin Orvar. Con la ayuda de un Raspberry Pi Zero 2 W y un entorno ultraliviano hecho a medida, el placer de escribir no tiene por qué quedar atado a pop-ups y suscripciones.
Han pasado más de diez años desde que hablé por primera vez sobre el Hemingwrite, ahora llamado Freewrite por razones legales. Más atrás en el tiempo aparecen los dispositivos AlphaSmart, que históricamente apuntaron a entornos educativos primarios y secundarios. El interés por reemplazar a la clásica máquina de escribir con soluciones digitales sin distracciones es mucho más grande de lo que parece, sin embargo, tampoco están libres de dificultades.
Por un lado, AlphaSmart desapareció en 2005, y por el otro, la inversión mínima para acceder a un FreeWrite es de 349 dólares. Semejante número es difícil de justificar, y más allá del hardware económico disponible, lo cierto es que también podemos seguir la ruta del DIY. Así llegamos al proyecto Cyber Writer de Darbin Orvar, que utiliza un Raspberry Pi Zero 2 W como punto de partida:
Cyber Writer: Escribir y nada más
Cualquiera hubiera imaginado que Darbin buscaría un diseño portátil, pero decidió combinar abedul báltico y MDF cortado con láser para la estructura, creando así una carcasa inspirada en viejas terminales. El hardware es sin lugar a dudas mucho más sencillo que el trabajo en madera. El Raspberry Pi Zero 2 W va conectado a una pantalla genérica de 10.1 pulgadas, mientras que el teclado mecánico 60% se enlaza directamente vía USB. Una serie de cables, adaptadores e interruptores reducen el número de soldaduras al mínimo, y el teclado debió ser retirado de su carcasa para la instalación final.

Lamentablemente, Darbin se guardó todos los detalles avanzados sobre el software. Sólo sabemos que se trata de un procesador de texto personalizado bajo un entorno mínimo de X para reducir los tiempos de inicio. El procesador cuenta con un explorador de archivos básico, permite cambiar el tamaño de las fuentes, y el color de fondo… pero la única forma de sacar archivos del equipo es enviando un correo electrónico. Creo que para la versión 2.0, Darbin podría simplificar el acceso a la tarjeta microSD…
Fuentes: Darbin Orvar, Hackaday