Sí, los televisores OLED han resuelto en gran medida el problema del «negro que no es negro», pero tienen dos detalles: Aún cuestan una fortuna (el promedio supera los 800 euros), y el riesgo de burn-in (técnicamente burn-out) no se ha ido a ninguna parte. Si bien existen algunas alternativas, Matt del canal DIY Perks nos invita a construir una usando un televisor viejo, y un proyector para reemplazar su backlight quemado. A diferencia de otros proyectos, este se presenta como más accesible, ya que depende de hardware casi obsoleto y destinado al reciclaje…
Una rápida búsqueda de televisores OLED en Amazon confirma que los modelos más accesibles no bajan de 750 euros, mientras que su promedio flota por arriba de los 800 euros si hablamos de paneles con 55 pulgadas. Nadie niega que se ven geniales, pero se trata de una inversión más salada de lo usual. Ahora, no todo el mundo sabe que es posible lograr un rendimiento similar al de un panel OLED… siempre y cuando aceptemos los desafíos y caprichos del universo DIY, y para explorarlo, nadie mejor que Matt del canal DIY Perks:
LCD + Proyección trasera = Casi OLED
La idea es simple: En vez de aceptar las limitaciones tradicionales del backlight que utiliza un televisor LCD, su intención es reemplazarlo con un proyector para generar un «mapa de luminancia» de alta definición, y así reducir notablemente el «blooming» o «sangrado» de luz. El primer paso (y por lejos el más delicado) es extraer el panel LCD del televisor. La unidad que usó Matt tiene más de diez años y su backlight quemado, mientras que el proyector es un modelo antiguo, basado en lámparas.
El difusor más grueso del LCD debió ser reinstalado, y con un poco de aluminio, Matt logró colocar al panel en posición vertical. Sin embargo, calibrar y configurar el proyector no fue tan sencillo. En primer lugar, es obligatorio retirar la rueda de color (porque bloquea demasiada luz), y en segundo lugar, alinear la imagen del proyector (ahora en blanco y negro) a las dimensiones del panel roza lo imposible. A eso se suma un efecto parallax no deseado, y «desenfocar» la imagen del proyector honestamente no ayuda.

¿La solución? OBS, o mejor dicho, los filtros Luma Key y Glow de ese programa. Luma Key permite saturar los píxeles visibles de blanco brillante, mientras que Glow expande y suaviza sus bordes. Esto incrementa el margen de error, y garantiza que cada píxel reciba la luz necesaria. La última fase del proyecto es reducir la distancia entre el proyecto y el panel, con la ayuda de espejos. Como era de esperarse, el resultado final es impresionante… más aún si tenemos en cuenta que utilizó un televisor dañado, y un proyector obsoleto.