Es muy fácil culpar a Microsoft por el retiro anticipado de equipos perfectamente funcionales. Después de todo, nos ha dado razones de sobra para hacerlo, y los absurdos requerimientos de Windows 11 representan el ejemplo más reciente. Sin embargo, aún si decidimos mantener una versión anterior (o apostamos por una distro Linux liviana), existe otro elemento que ataca directamente al corazón de esos ordenadores con algunos años sobre los hombros… y es Internet. Uno de los últimos vídeos publicados por el canal Old PC Gunk and Stuff en YouTube nos invita a repasar las dificultades que tienen esos sistemas, incluso al cargar portales básicos.
Nunca es mala idea conservar un ordenador con hardware más antiguo y una versión anterior de Windows por cuestiones de compatibilidad. En mi caso se trata de una vieja netbook equipada con un Intel Atom N550, y Windows 7 de 32 bits. Al presentar cuatro threads a 1.5 GHz, una parte de mi cerebro insiste en creer que no debería ser tan lenta, pero es suficiente con abrir YouTube para convertir a la navegación por Internet en una tortura, y clavar esos threads al 100 por ciento de utilización.
Peor aún es la reproducción de vídeos, porque YouTube trata de enviar streams codificados en VP9, y el N550 ni siquiera puede acelerar H.264. Ahora, es probable que algún lector piense «Lisandro, es un chip del año 2010, estás delirando», pero esto alcanza a otros equipos humildes también, y no es solamente YouTube: Es toda Internet.
El dolor de navegar en la Web con hardware «viejo»
Así llegamos al canal Old PC Gunk and Stuff, que en diciembre del año pasado publicó un vídeo demostrando las dificultades que tiene una netbook AMD para hacer algo tan sencillo como cargar la página del periódico The Guardian. El procesador es un AMD A4-1200, básicamente un chip para tablets que terminó dentro de una netbook, y con apenas dos núcleos a 1 GHz, cualquier nivel de «intensidad multimedia» queda descartado de inmediato… pero el texto de un sitio no debería causar tantos dolores de cabeza.
Muchos comentarios apuntan a JavaScript como el verdadero culpable, o mejor dicho, a la forma en la que es utilizado hoy. Los sitios modernos han solucionado varios inconvenientes gracias a JavaScript, pero el «precio» es devorar memoria y ciclos del CPU. Reemplazar a Windows 8.1 con Puppy Linux no mejora realmente las cosas para este equipo, y por más tentador que sea desactivar JavaScript, quebrar casi toda la Web en el proceso no tiene sentido.
Para finalizar, el vídeo menciona un par de veces a H264ify, una extensión compatible con Chrome y Firefox que obliga a YouTube a servir vídeos en H264/MP4 (y con suerte, acceder a su aceleración por hardware). Otra posibilidad es visitar páginas móviles (que requieren una edición del user agent en el navegador), y por supuesto, sería un error de mi parte olvidar a aquellos portales que ofrecen un «modo texto» muy conveniente.